El hombre que decía
haber salvado a Rebeca B.

El hombre que decía haber salvado a Rebeca B. es una colección de historias ambientadas en la bizarra Saint Simons, una ciudad fronteriza marcada por un terrible pasado, por el éxodo posterior a una guerra minúscula, y asediada por el óxido de sus galerías subterráneas y por las dunas del desierto contra las que su habitantes luchan sin descanso. Todas las historias son un intento de abordar una y otra vez el mismo suceso terrible que tuvo lugar en el hotel de la bahía desde diferentes perspectivas, con una misma voz narrativa que se va empapando de otras voces y documentos que tienen que ver con la historia, y en la frontera entre los discursos colectivos y los individuales.

El hombre que decía haber salvado a Rebeca B.

Las historias de El hombre que decía haber salvado a Rebeca B. tienen lugar en Saint Simons, pequeña ciudad de la Costa Este norteamericana amenazada por el óxido subterráneo y el desierto de la superficie, cuyos animalizados habitantes son temerosos, grotescos, simples y cobardes. En casi todas ellas gravita la trapecista Rebeca Bûyûkkarabiber, víctima de un terrible suceso en el Bed & Breakfast de la bahía que marcó la historia de la ciudad.

Sombras chinescas, sexo, caníbales, detectives, bestias, asesinos, víctimas y caricatos. Un conflicto latente con los indios Seminola de una reserva étnica. Un circo abandonado en el desierto. Una élite poderosa y melómana que realiza sus fantasías y perversiones en las siniestras galerías subterráneas debajo de la ciudad. Una minúscula guerra contra microscópicos soldados provenientes de un elegante traje. Voces, escenas y personajes que se suceden, se repiten, cambian de identidad, de rostro, de lugar, de nombre o de voz.

Una reflexión sobre la cobardía, el poder, la crueldad, la mentira y la culpa, en historias que se entrelazan, se desmienten, se rectifican o se completan. Ecos de Valle-Inclán, Sawa, Arlt, Lamborghini o Lascano Tegui para un incompleto puzzle expresionista y “noir”.